Nos conocimos por primera vez en una peregrinación que era parte del Festival Juvenil Católico de Australia en 2017. En ese tiempo, los dos estábamos estudiando en diferentes universidades, pero coincidimos en este encuentro. Nuestra primera plática fue acerca de la similitud de nuestras culturas, viniendo de México y Brasil, pero no nos vimos después por un tiempo.
En 2018, Marina comenzó a trabajar muy cerca de Macquarie University (donde Iván estaba estudiando su doctorado). Marina estaba buscando hacer más amigos en el área, así que comenzó a atender la capellanía católica, y ahí se encontró nuevamente con Iván en misa diaria. Marina pensó que Iván no quería ser su amigo cuando lo invitó a una fiesta de bienvenida a su casa y él no fue (aun cuando tenía un ride).
En 2020, Marina y su hermano estaban buscando un roomie más para compartir su casa, e Iván estaba buscando un nuevo lugar para mudarse, así que Iván se volvió como un hermano más en la misma casa. Aunque todos se llevaban muy bien, Marina quería comenzar una casa con solo chicas, así que Ivan y Matheus se mudaron a otro lugar.
Después del estricto tiempo de cuarentena debido a la pandemia, cuando Iván y Marina se encontraron de nuevo, algo había cambiado. Con ayuda de sus amigos, Iván invitó a Marina a salir, y el resto es historia.
Más de la historia

¿Cómo se hicieron novios?
Después de algunas citas, Iván invitó a Marina a cenar al museo australiano, que tiene una vista muy bonita de la catedral de Sidney. Iván escogió ese lugar porque la Catedral es un lugar importante para él, ya que ahí tuvo un encuentro más real con Dios. Después de la cena y la pregunta oficial, lo primero que hicimos fue rezar frente a la estatua de San Juan Pablo II y tomar nuestra primera foto oficial.

Como se comprometieron?
Repetimos la misma peregrinación que habíamos hecho cuando nos conocimos, con estaciones en varios de nuestros primeros lugares, como el lugar donde fuimos a cenar para nuestra primera cita. Al final de la peregrinación, Iván cantó la pregunta en frente de la estatua de San Juan Pablo II.

¿Qué les gusta hacer juntos?

Nos encanta bailar, todos los estilos diferentes.
Estamos enamorados de nuestra fe. A Marina le encantan los retiros, e Iván no puede decir no a cantar y tocar el piano en Misa.
Nos gusta escuchar podcasts católicos.
También nos encanta planear y hacer hojas de cálculo.

¿Cuántos cursos de preparación matrimonial han hecho?
Depende de cómo los cuenten. Hemos hecho: Prepare-Enrich, Witness to Love, Unveil, y SmartLoving.

¿Qué les gusta más del otro?

Iván: Su balance en muchas facetas de la vida y su capacidad de unir a la gente.
Marina: Su corazón de servicio.